EL FUTBOLISTA Y LA DECISIÓN DEL RETIRO

 

El fútbol le suele cambiar la vida a quienes tienes la posibilidad de llegar a primera división y más aún para quienes pueden jugar en Europa. Las altas cifras que se manejan en el mundo del fútbol literalmente les cambia la vida a ellos y los suyos.

 

Justamente por eso seguramente el retiro debe ser la decisión más difícil de tomar. El decir basta ya y de un día para otro pasar de un entrenamiento exigente a simplemente estar en casa podría ser hasta traumático. Pero este asunto del retiro lo afrontan de diversas maneras. Cierta vez un futbolista dijo: "Decidí retirarme el día que me desperté y sentí flojera de ir a entrenar". Tiene ya un futuro asegurado y considera que es mejor retirarse antes que el fútbol termine por retirarlo. Quizá sea la mejor elección.

 

Sin embargo hay otros que, a pesar de una exitosa carrera y una buena cuenta bancaria se resisten a tomar esa determinación. Recordemos sino al argentino Fernando Gago quien volvió una y otra vez tratando de superar una lesión a la rodilla. Pero bastaba que sintiera la exigencia de un partido para que el mal recrudeciera. Aquí las ganas no bastaron.

 

Si hablamos de los peruanos nos viene a la mente Lolo Fernández y aquel clásico en el cual anota tres goles y decide que no había mejor manera de acabar su brillante carrera que en hombros de sus hinchas y frente al clásico rival. O el caso de Teofilo Cubillas, ya retirado de la actividad profesional, y que decide volver a vestir la camiseta de Alianza Lima tras la tragedia de Ventanilla.

 

Ahora está en la noticia el caso de Jefferson Farfán producto de su lesión a la rodilla. Las versionas fueron varias y muchas de ellas consideraban inminente su retiro. El propio jugador aclaró que por su mente aún no está la palabra retiro. Insiste en volver porque se siente feliz en una cancha de fútbol. Esperemos que lo logre. Esa debe ser, sin duda alguna, la decisión más difícil para un futbolista. Tanto para quienes tienen cuentas bancarias rebosantes de dinero como para quienes no tienen un futuro asegurado y literalmente no saben que hacer. La pregunta final sería... ¿retirarse en plena condición física como lo hizo Cazulo o insistir hasta que el propio fútbol te saque del camino?