Y es Alianza Lima. Un Alianza que puede “jactarse” de
haber vuelto más fuerte y sólido tras un 2020 con errores futbolísticos,
dirigenciales y hasta de fanatismo –por los incidentes que se vivió aquel 28 de
noviembre hace un año- donde algunos malos hinchas hicieron desmanes en las
afueras de Matute. Hoy, todo es diferente. Es una fiesta las calles de La
Victoria por obtención de la estrella 24 del equipo de Carlos Bustos sobre
Sporting Cristal.
Alianza fue el equipo más sólido defensivamente y que
mejor supo aprovechar-concretar las ocasiones de gol durante este torneo 2021.
Justamente, el único equipo que logró quitarle el invicto en la Fase 2 fue
Sporting Cristal, quien careció de definición y carácter para poder alzar la
copa en las finales del 21 y 28 de noviembre.Si hay algo que destacar, además, es la reivindicación
que el Fondo Blanquiazul logró hacer y cómo persuadieron a los jugadores a que
tendrían un proyecto eficaz y real para poner al equipo “íntimo” donde se
merecía. Carlo Bustos ha encontrado armonizar las virtudes que tiene este
plantel. Un Jefferson Farfán que, pese a que aún no ha demostrado su 100%, fue
determinante en varios partidos. Hernán Barcos, un jugador veterano que supo
aprovechar su experiencia en el campo para complicar a la zaga defensiva que se
interponga en el camino. Ángelo Campos, joven arquero con personalidad que
mantuvo su arco en cero varios partidos y le dio la seguridad bajo los tres
palos a un Alianza que se caracterizó por ser precavido y feroz cuando el
equipo tenía que salir jugando. Y Wilmer Aguirre, delantero de la casa que, no
le importó que su amado club jugaría en segunda división, y se comprometió a
darle ataque rápido y versátil a la escuadra íntima, y cumplió. 
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