En el pasado, la FIFA tenía una relación más comprometida con el fútbol sala, apoyándolo y desarrollándolo a su propio ritmo. Sin embargo, desde la llegada de Gianni Infantino a la presidencia, el deporte ha sido tratado como un simple apéndice del fútbol. Según Javier Lozano, una figura clave en el desarrollo del fútbol sala, la FIFA ha pasado de valorar el deporte a utilizarlo como un campo de experimentación para el fútbol, dejando de lado su crecimiento y promoción autónoma.
CARTEL PROMOCIONAL DEL MUNDIAL DE FUTSAL
El reciente cartel promocional del Mundial de Fútbol Sala, que presenta a figuras del fútbol como Neymar y Cristiano Ronaldo en lugar de estrellas del propio futsal, subraya este cambio de enfoque. La decisión de celebrar el torneo en un lugar remoto como Uzbekistán, con escasa presencia de aficionados y medios, ha levantado más preguntas sobre el verdadero interés de la FIFA en el desarrollo del deporte.
Kike Boned, exjugador estrella y ganador de dos Mundiales, y Jesús Candelas, reconocido entrenador, han expresado su descontento con la gestión actual de la FIFA. Boned destaca que la controversia sobre el cartel es sólo una distracción de un problema más profundo: la falta de respeto y de inversión real en el fútbol sala. Candelas, por su parte, critica la incapacidad de la FIFA para organizar Mundiales de categorías menores y la reciente adición de un Mundial femenino como un intento tardío de diversificar el deporte sin un compromiso genuino.
El resultado es claro: el fútbol sala ha perdido terreno. En España, la cobertura mediática es mínima, con los partidos transmitidos solo en Teledeporte y en la web de RTVE, mientras que la aplicación de la FIFA ofrece una cobertura gratuita que refleja el escaso interés de los operadores por el deporte.
El fútbol sala enfrenta ahora el desafío de redefinir su camino. ¿Podrá el deporte superar esta fase de desprecio y volver a encontrar su lugar en el corazón de los aficionados? Solo el tiempo dirá si la FIFA reconsiderará su enfoque y permitirá que el fútbol sala vuelva a ser reconocido por sus méritos propios, y no solo como una herramienta para el desarrollo del fútbol.
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