España Sub-20 femenina arrasa en Matosinhos y conquista su décimo oro europeo
La selección española femenina Sub-20 ha vuelto a demostrar por qué es una potencia mundial en baloncesto de formación. Este 10 de agosto de 2025, en el Pabellón de Matosinhos (Portugal), el equipo dirigido por Isaac Fernández se proclamó campeón de Europa tras imponerse con un abultado 102-50 a la selección de Lituania en la gran final. La victoria no solo significa un nuevo título, sino también la confirmación de que el talento joven español sigue marcando el ritmo en el baloncesto continental.
Una final sin discusión
Desde el primer minuto, España mostró su ambición y su capacidad para dominar cada aspecto del juego. Aunque Lituania plantó cara en los compases iniciales, la defensa española comenzó a asfixiar a su rival en el segundo cuarto, generando pérdidas y castigando cada error. El parcial previo al descanso ya reflejaba una diferencia que parecía insalvable, y en la segunda mitad las españolas no solo mantuvieron la intensidad, sino que ampliaron la ventaja hasta un histórico +52 final.
Gina García, la brújula y el corazón del equipo
La gran figura de la noche fue Gina García, elegida MVP del torneo gracias a su liderazgo, visión de juego y capacidad anotadora. La base catalana ha sido determinante a lo largo del campeonato, dirigiendo con maestría y manteniendo la calma en los momentos clave. Junto a ella, jugadoras como María Villar y Lucía Martínez aportaron fuerza interior y solidez defensiva, completando un bloque sin fisuras que funcionó como una máquina perfectamente engranada.
Un legado que sigue creciendo
Con este título, España suma ya diez oros en la historia del Europeo Sub-20 femenino, consolidándose como la nación más laureada en la categoría. Este logro se une a un verano brillante para las selecciones inferiores, que también han cosechado medallas en las categorías Sub-18 masculina y femenina. La Federación Española de Baloncesto ha destacado que este éxito es fruto de un trabajo de base continuado, en el que la formación técnica y táctica va de la mano con la preparación física y mental de las jugadoras.
Un mensaje claro para el futuro
La gesta de Matosinhos no es solo una victoria más; es una declaración de intenciones. España demuestra que su hegemonía en el baloncesto femenino de base no es casualidad, sino el resultado de un sistema sólido y de generaciones que crecen con hambre de triunfo. Todo apunta a que varias de estas jugadoras darán el salto a la élite y a la selección absoluta en los próximos años, llevando consigo el mismo espíritu combativo que hoy las ha coronado reinas de Europa.
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