La escuadra italiana derrotó a Turquía en una emocionante final a cinco sets y suma un nuevo título internacional en un año brillante.
La selección italiana de voleibol femenino se consagró campeona del Mundial en Tailandia tras vencer en una vibrante final a Turquía por 3-2, con parciales de 25-23, 13-25, 26-24, 19-25 y 15-8.
El camino de Italia hacia la gloria no fue sencillo. En semifinales habían superado a Brasil, una de las potencias históricas, y en la final tuvieron que batallar ante una Turquía que buscaba levantar por primera vez un título mundial. El partido estuvo marcado por la paridad: Italia ganó el primer set, Turquía respondió en el segundo; el tercero volvió a manos italianas y el cuarto quedó para las turcas, obligando a un quinto set decisivo.
Fue en ese tie-break donde la experiencia y jerarquía de las actuales campeonas olímpicas marcaron la diferencia. Con un sólido desempeño colectivo y precisión en los momentos clave, Italia se impuso 15-8 y levantó la copa del mundo, sumando un nuevo título tras haberse consagrado también en la Liga de Naciones este mismo año.
Con esta victoria, Italia reafirma su dominio en el voleibol femenino y se posiciona como la selección más sólida del momento, mientras que Turquía, pese a la derrota, demostró estar lista para seguir luchando en la élite mundial.
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